"Víctimas violentas"
Durante poco tiempo, pero de forma mordaz, fueron numerosos los periodistas que criticaron duramente el fracaso del sistema de seguridad nacional para evacuar a ciudadanos pobres y la ausencia de alimentos básicos y agua para las víctimas del huracán Katrina.
Pero cuatro días después de la catástrofe natural, las apasionadas voces críticas se fueron apagando y se comenzaron a escuchar las voces moderadas sospechosamente acordes con la compasión oficial. Así, se empezaron a ver fotografías de cómo la Guardia Nacional llegaba al lugar del desastre y cómo el gobierno respondía a la tragedia. Entonces, las noticias comenzaron a mostrar a heroicos trabajadores con fotogénicos agentes blancos, a enfermeras que tenían en sus brazos a niños negros mientras aportaban alivio a los afectados y a fuerzas del orden acabando con la creciente “anarquía”, la “violencia” y el “saqueo” entre los supervivientes.
Entre tanto, las entrevistas con altos funcionarios militares se centraban en la amenaza que “víctimas violentas” hacían pesar sobre los soldados. Además, durante aquellos fatídicos días las imágenes de vehículos que transportaban tropas, de fuerzas especiales y de muchedumbres encolerizadas, resonaron junto con la propaganda de la guerra de Irak. Y al final del sexto día, los medios convirtieron los fracasos políticos del gobierno federal para proteger a los ciudadanos en una exitosa ocupación militar.

Pero cuatro días después de la catástrofe natural, las apasionadas voces críticas se fueron apagando y se comenzaron a escuchar las voces moderadas sospechosamente acordes con la compasión oficial. Así, se empezaron a ver fotografías de cómo la Guardia Nacional llegaba al lugar del desastre y cómo el gobierno respondía a la tragedia. Entonces, las noticias comenzaron a mostrar a heroicos trabajadores con fotogénicos agentes blancos, a enfermeras que tenían en sus brazos a niños negros mientras aportaban alivio a los afectados y a fuerzas del orden acabando con la creciente “anarquía”, la “violencia” y el “saqueo” entre los supervivientes.
Entre tanto, las entrevistas con altos funcionarios militares se centraban en la amenaza que “víctimas violentas” hacían pesar sobre los soldados. Además, durante aquellos fatídicos días las imágenes de vehículos que transportaban tropas, de fuerzas especiales y de muchedumbres encolerizadas, resonaron junto con la propaganda de la guerra de Irak. Y al final del sexto día, los medios convirtieron los fracasos políticos del gobierno federal para proteger a los ciudadanos en una exitosa ocupación militar.
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Ahora que tiene fotolog,se me olvida pasar por aquí.
8:47 p. m.
Eso era lo que yo me imaginaba, pero su comentario lo desmiente.
Me hace ilusión que me postee usted casi en exclusiva en este blog recóndito.
8:47 p. m.
No se olvide de él.
1:46 a. m.
Recóndito,me gusta.
1:50 p. m.
¡Es verdad! No lo había pensado.
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